El tiempo, esa espada de Damocles que llevamos encima, esa coordenada por la que nos regimos en nuestro devenir existencial, ese maestro, ese Dios!!! Esa medida que hoy día nos está llevando a un consumo exacerbado inconsciente y a su vez efímero de la existencia… todo tiene que ser “inmediato”, nuestras expectativas, deseos, curiosidades, necesidades….. deben ser satisfechas de momento, sin espera, sin demora, como el adicto dependiente de su dosis cada vez mayor para proseguir.
En nuestra filosofía griega Kairós es un concepto que representa un lapso indeterminado en que algo importante sucede. Su significado literal es “momento adecuado u oportuno”. La principal diferencia con Cronos es que, mientras Kairós es de naturaleza cualitativa, Cronos es cuantitativo, es el tiempo cronológico y secuencial. Como dios, Kairós era semidesconocido, mientras que Cronos era la divinidad por excelencia de la época.
Algo similar tenemos en yoga con los términos sanscritos para definir el tiempo en estas dos versiones. Kala sería tiempo eterno, el tiempo cronológico y Krama sería el equivalente a Kairós, como poder detener a Cronos en una sucesión de pequeñas fracciones que vamos diseccionando a cámara lenta, saboreando esa comunión con el aquí ahora, con el eterno presente, es como estar en “ un estado de gracia” cada vez más difícil de conseguir en el modo de vida actual, pero que todos alguna vez, en mayor o menor medida hemos experimentado, a veces nos hemos visto abstraídos totalmente de esta coordenada “tiempo” quedando abducidos por algo que ha cautivado nuestra atención plena, o sencillamente a traves del silencio la quietud y la meditación. También puede habernos ocurrido por una situación contraria, de extremo miedo existencial, nuestro cerebro racional queda desconectado para ceder el mando a nuestro cerebro reptiliano, más eficiente en supervivencia, y este proceso ocurre automáticamente, sin ser consciente de ello, y casi fuera (o afuera, pero me suena mal de esta manera) del tiempo para poder gestionar con eficacia la situación de peligro.