Realmente conocemos y sabemos lo que nos hace felices, qué queremos realmente para nuestras vidas?
Y no me estoy refiriendo a bienes materiales, sino aparte de eso que todos podemos tener más o menos un cierto anhelo por mejorar en lo económico o material, en el fondo conocemos con total sinceridad lo qué andamos buscando en la vida?
O vamos como autómatas programados excusándonos detrás de las circunstancias que nos abordan en la rutina diaria para no enfrentarnos al vacío? Y así no tener que abordar el dilema de nuestros interrogantes sin respuestas por el vértigo que ello provoca, por miedo al dejar de hacer, y enfrentarnos a emociones recónditas que preferimos mantener a raya con entretenimientos varios….
Esto sería algo asimilar a cuando la parte femenina de una pareja dice: “tenemos que hablar” y la parte masculina, se echa a temblar barruntando nubarrones en el horizonte porque no quiere entrar a ese trapo, pues las conversaciones con nuestra mente, son algo similar pero con nosotros mismos, enfrentando ese lado más emocional, metafísico, espiritual con eso otro más pragmático, racional y existencial buscando el equilibrio y la armonía entre ambos.
Muchas cuestiones de fondo se plantean aquí , y para encontrar respuestas se requiere de tiempo y empeño en su búsqueda y lo más importante, querer enfrentarse a las respuestas.
Tal vez para ello, sea un buen comienzo empezar por dedicar tiempo a meditar, parar, respirar, serenarse, observarse en la escucha interna…… empezar a perder el miedo al silencio, y tal vez, solo tal vez, algunas respuestas van apareciendo.
Si te apetece, próxima meditación en Sadhaka el viernes 27 de enero a las 19.00.
Sé valiente y acompáñanos!!