Merece la pena abundar un poco en la riqueza de nuestra filosofía y pensamiento clásico español, y darle el lugar que merece antes de ensalzar con tanta facilidad lo foráneo sin haber estudiado lo autóctono. Sobre todo en lo que a nuestra “mística” se refiere, ya sea en prosa o en verso, es de la más alta y refinada calidad que nos puede dar una valiosa seña de identidad sin igual porque no hay nada comparable fuera de nuestras fronteras.
Reconozco que la mística no es para cualquier edad y persona, pero cuando ya vamos teniendo unos años y la artrosis hace mella, vamos explorando otros ambientes….
Tenemos a Santa Teresa con su obra mayormente en prosa, por ejemplo citaré “Castillo Interior” describiendo al detalle el proceso hacia el camino de la Iluminación, a modo de guía para el desarrollo espiritual….y tantas otras obras. Fue la primera Doctora de la Iglesia, ahora que está tan de moda empoderar a la mujer, pues ella fue precursora en su época. Nos dejó poemas y oraciones muy bellas:
Nada te turbe;
nada te espante;
Todo se pasa;
Dios no se muda;
la paciencia
todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene,
nada le falta.
Sólo Dios basta…
También a Fray Luis de León, catedrático en la universidad de Salamanca, gran Maestro en Teología y que un proceso inquisitorial lo llevó a prisión durante años; cuando volvió a las aulas reanudó las clases con la histórica frase: “como decíamos ayer…..” Me quedo con su hermoso poema “Oda a una vida retirada” un poco largo para trascribir aquí pero solo por el título ya podéis imaginar su contenido: cuando ya sobra todo porque para vivir en paz muy poco se precisa.
Y tantos otros que han sido estudiosos de la Filosofía Moral, de la Ética, de la Teología y los clásicos greco-latinos siendo todos ellos relevantes en nuestro patrimonio Filosófico.
No puedo terminar sin mencionar a San Juan de la Cruz de quien me quedo con un poema que sí voy a trascribir porque me parece una verdadera joya. Nadie ha descrito con tanta precisión y detalle el estado de Iluminación, Samadhi, Satori, Kaivalya…. (Diferentes palabras, según religiones para describir el tan anhelado estado), él ha sido capaz de dejarnos en castellano (antigüo)testimonio de su experiencia mística más elevada para deleite de todos los aspirantes. Disfrutadlo:
Entréme donde no supe
y quedéme no sabiendo,
toda ciencia tracendiendo.
I
Yo no supe dónde entraba,
pero cuando allí me vi
sin saver dónde me estaba
grandes cosas entendí
no diré lo que sentí
que me quedé no sabiendo
toda sciencia trascendiendo.
II
De paz y de piedad
era la sciencia perfecta,
en profunda soledad
entendida vía recta
era cosa tan secreta
que me quedé balbuciendo
toda sciencia trascendiendo.
III
Estava tan embebido
tan absorto y ajenado
que se quedó mi sentido
de todo sentir privado
y el espíritu dotado
de un entender no entendiendo
toda sciencia tracendiendo.
IV
El que allí llega de vero
de sí mismo desfallesce
quanto sabía primero
mucho baxo le paresce
y su sciencia tanto cresce
que se queda no sabiendo,
toda sciencia tracendiendo.
V
Cuanto más alto se suve
tanto menos se entendía
que es la tenebrosa nuve
que a la noche esclarecía
por eso quien la sabía
queda siempre no sabiendo,
toda sciencia tracendiendo.
VI
Este saber no sabiendo
es de tan alto poder
que los sabios arguyendo
jamás le pueden vencer
que no llega su saber
a no entender entendiendo
toda sciencia tracendiendo.
VII
Y es de tan alta excelencia
aqueste summo saber,
que no ay facultad ni sciencia
que la puedan emprender
quien se supiere vencer
con un no saber sabiendo,
yrá siempre tracendiendo.
VIII
Y si lo queréis oýr
consiste esta summa sciencia
en un subido sentir
de la dibinal esencia
es obra de su clemencia
hazer quedar no entendiendo
toda sciencia tracendiendo.