La naturaleza es tozuda, obstinada, pertinaz y muchas cosas más. Prueba de ello en su cara más amable podría verse representada en la imagen adjunta, donde vemos que es capaz de aprovechar las circunstancias más adversas, los lugares más angostos, las condiciones más duras, siempre buscando cualquier posibilidad por remota y mínima que sea, de manifestarse, para cumplir su función, para hacerse ver y notar, para seguir generando vida, que es al fin y al cabo su principal función. Y nosotros, que lo veamos y podamos apreciar estos infinitos enormes esfuerzos que despliegan su belleza continuamente a nuestro alrededor para captar nuestra atención, despertándonos de nuestro letargo e hipnosis y sirviéndonos como ejemplo de supervivencia esfuerzo y superación.
Es verdad que, en su cara menos amable, la naturaleza también es abrupta, violenta, feroz, temible, iracunda, en sus diferentes formas se manifiesta por donde solía, recordándonos que la conquista de cualquier territorio le corresponde a Ella y a nadie más, es Ella la que nos da permiso para establecernos y no al revés como podrimos pensar. Así, tormentas, inundaciones, nevadas, vientos huracanados, maremotos, terremotos, sequias, incendios, etc. nos recuerdan que estamos aquí de prestado, no intentemos echarle un pulso, porque siempre ganará Ella, pero claro, también nos brinda una oportunidad de convivencia amistosa que tal vez no hayamos valorado lo suficiente y quizás para cuando lo hagamos sea demasiado tarde.
Seamos UNO con la naturaleza, que inquebrantablemente nos brinda todo su esplendor en cada estación del año, ELLA no olvida jamás el calendario y nos anuncia que YA ES PRIMAVERA!!!